El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió eliminar la deforestación para 2030, pero las proyecciones del Ministerio de Agricultura apuntan a un aumento del 17 % en la producción de carne en los próximos diez años, lo que podría llevar a la deforestación de 1 millón de hectáreas por año para la misma fecha. Las alternativas para evitar una mayor pérdida de bosques serían la restauración de pastos y el aumento de la productividad, combinados con medidas de inspección que pusieran fin al acaparamiento de tierras.

“Hace un año hicimos una inversión en la reforma de pastos y luego vimos el resultado. Pudimos aumentar el número de cabezas, pero sin necesidad de una nueva área”, cuenta Fernando Lucas Luczinski sobre las 166 hectáreas donde cría ganado vacuno con su padre en Alta Floresta, Mato Grosso, Brasil. “La renovación de 24 hectáreas de la propiedad con fertilización y encalado ya se ha reflejado en el crecimiento de la producción de pastos”.

Entre las mejoras realizadas con el apoyo de una consultoría, Luczinski introdujo el pastoreo rotativo en ocho hectáreas de la hacienda. La técnica consiste en dividir el pasto en áreas más pequeñas, manejando el ganado en un sistema de rotación para dar tiempo a que el área se regenere. 

Además, el agua entubada significó un diferencial en la producción: como los animales tienden a pastar cerca del agua, su mejor distribución genera un manejo más eficiente de los pastos y, en consecuencia, aumenta la productividad, además de reducir los gastos con logística y personal. Sin embargo, la medida aún puede ampliarse: “no pudimos introducirlo en todo el rebaño. Son lotes pequeños que disfrutan de este beneficio”. 

Con Reserva Legal: Parte de la vegetación nativa que debe mantenerse en las propiedades rurales brasileñas y cuyas dimensiones varían según cada bioma. respetada y Áreas de Preservación Permanente: Área cubierta o no por vegetación nativa destinada a preservar el agua, los paisajes, el equilibrio ecológico, el suelo y el bienestar humano. (APP) cercadas, recuperadas o en proceso de recuperación, Luczinski dice que “ya tenía la percepción de que habría agua de mejor calidad en el período seco”. Según él, se puede ver la diferencia «a ojo desnudo». Empezó a tener excedentes de pasto en época de lluvias y la producción de su propiedad ronda las 11 arrobas por hectárea, casi el doble de la producción promedio de Brasil, de 6,5 arrobas por hectárea.

La restauración realizada por Luczinski es un viejo sueño para el área ya deforestada en toda la Amazonía. En su discurso inaugural, el actual presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reafirmó la meta de lograr cero deforestación en la región para 2030. Por otro lado, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA, por su sigla en portugués) proyecta un aumento de la matanza de ganado en 4 millones de toneladas en los próximos 10 años – el país llegaría a 12 millones en 2030. Con una fuerte demanda de exportaciones, con China y Estados Unidos a la cabeza, se espera que la producción total sea un 17 % más alta para los ganaderos brasileños durante la próxima década. 

De la cultura brasileña a la exportación

Después de la carne de pollo, la carne vacuna es la más consumida por los brasileños. Además, tiene un valor cultural, como ha apuntado Lula más de una vez cuando dijo que “la gente tiene que volver a comer parrillada”, en alusión a la mejora del poder de compra y recuperación económica. 

Sin embargo, no es solo la demanda interna la que habrá de crecer durante la próxima década. En 2022, las exportaciones de carne – sumando productos frescos y procesados – aumentaron un 26 % en volumen respecto al año anterior, con 2,34 millones de toneladas exportadas, y un 42 % de crecimiento en ingresos, sumando US$ 13 mil millones. Para 2030 se espera un incremento total del 30,5 % en las exportaciones. 

Restaurar los pastos, apostando por el aprovechamiento del potencial del suelo, sería la alternativa para ganar productividad y evitar la deforestación de 1 millón de hectáreas por año al 2030 para satisfacer la demanda de producción de carne en el mercado. Esta podría convertirse en la cifra de destrucción si la productividad en la Amazonía no mejora, según el estudio “Políticas para desarrollar la ganadería en la Amazonía sin deforestación”, publicado por Imazon: Instituto del Hombre y Medio Ambiente de la Amazonía.