En el último día de reuniones, se contó con la participación de otros países con selvas tropicales y se emitió un comunicado conjunto sobre financiación dirigido a los países desarrollados. En un balance de la Cumbre, científicos, organizaciones ambientales y movimientos sociales entrevistados por InfoAmazonia, medio brasileño aliado de El Espectador, consideran que las decisiones fueron insuficientes.

Ayer (9 de agosto), el segundo y último día de la Cumbre de la Amazonia, en la reunión de países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), representantes de Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, recibieron a otros cuatro países con selvas tropicales: Congo, República Democrática del Congo, Indonesia y San Vicente y las Granadinas. En un comunicado conjunto, reafirmaron su compromiso de preservar los bosques y reducir la deforestación, pero sin detalles sobre acciones concretas.

El documento “Unidos por Nuestros Bosques” señala el incumplimiento por parte de los países desarrollados de pagar el equivalente al 0,7% de su ingreso nacional bruto y también el financiamiento climático de USD 100 mil millones anuales a los países en desarrollo a partir de 2020, como se acordó en la COP15 en 2009.

En el comunicado, los países con bosques también recordaron el incumplimiento de las metas de mitigación por parte de los países ricos y la necesidad de que estas naciones aceleren la descarbonización de sus economías, alcanzando la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero, preferiblemente antes de 2050.

En una declaración a la prensa, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva habló sobre la participación de los países amazónicos en la COP28, que se llevará a cabo del 30 de noviembre al 12 de diciembre de este año en Dubái: “Vamos a la COP28 con el objetivo de decirle al mundo rico que si realmente quiere preservar lo que queda de bosques, debe poner dinero. No solo para cuidar las copas de los árboles, sino también para cuidar a las personas que viven allí abajo”.

Vamos a la COP28 con el objetivo de decirle al mundo rico que si realmente quiere preservar lo que queda de bosques, debe poner dinero. No solo para cuidar las copas de los árboles, sino también para cuidar a las personas que viven allí abajo.

Lula

También participaron en el segundo día de la Cumbre como invitados: Francia, por la porción amazónica que incluye a la Guayana Francesa; Noruega, inversora en el Fondo Amazónico; el presidente de la COP28, Sultan Ahmed al-Jaber; además de representantes de organismos multilaterales y bancos de desarrollo. El presidente Gustavo Petro de Colombia, quien pronunció el discurso más crítico en el primer día de la Cumbre, no estuvo presente el miércoles.

ula señaló dos frentes que movilizaron la acción de los países reunidos en Belén. “Una de ellas es trabajar en la definición de un concepto internacional de sociobioeconomía que nos permita certificar los productos del bosque y generar empleo e ingresos. Otra es crear mecanismos para remunerar de manera justa y equitativa los servicios ambientales que nuestros bosques brindan al mundo”.

Bloque de países con bosques tropicales

La investigadora Ima Vieira, del Museo Paraense Emílio Goeldi, considera que la conversación entre los países con bosques tropicales podría representar un avance para la conservación. “Las selvas tropicales son el termostato del planeta y reunir a los tres países más grandes con selvas tropicales [Brasil, República Democrática del Congo e Indonesia] en una alianza como esta es un gran avance para la conservación del bloque de selvas tropicales más grande del mundo. Es importante que los países avancen para fortalecer sus compromisos, establecer metas concretas y formular políticas para evitar una mayor degradación y deforestación de estos bosques”, evalúa.

Vieira, quien también es asesora de la Red Eclesial Pan-Amazónica (Repam Brasil), participó en una de las plenarias de los Diálogos Amazónicos, un evento que tuvo lugar antes de la Cumbre el pasado fin de semana en Belén. Estuvo acompañada por las ministras de Ambiente de Brasil, Colombia y Perú. La no adopción de la deforestación cero como objetivo general para los países amazónicos dejó frustrada a la científica.

“Confieso que esperaba que la deforestación cero fuera parte de la agenda de todos los países y me decepcionó. Pero de todos modos, es una agenda amplia e importante. Y ahora los gobiernos deben avanzar para llevar a cabo la agenda. La Amazonia es heterogénea y en algunas regiones se debe conservar el 80% o el 90% para evitar el punto de no retorno. Y se necesitará un programa de biodiversidad bien articulado. En otras áreas, se necesitará un gran esfuerzo de restauración. Pero no puede ser de cualquier manera”, dice la investigadora.

Confieso que esperaba que la deforestación cero fuera parte de la agenda de todos los países y me decepcionó. Pero de todos modos, es una agenda amplia e importante. Y ahora los gobiernos deben avanzar para llevar a cabo la agenda.

Ima Vieira, investigadora del Museo Paraense Emílio Goeldi

Aunque científicos, organizaciones ambientales y movimientos sociales reconocen la importancia de establecer una agenda común entre los ocho países de la Amazonia, la evaluación general después de dos días de la Cumbre es que se requieren metas más concretas y contundentes para detener el punto de no retorno de la Amazonia, que la llevaría a transformarse en sabana.

“Como reflejo de la voluntad política de los países de unirse para establecer una agenda común, es importante. Indica que hay una mayor conciencia y comprensión de la necesidad de una acción compartida frente a lo que se avecina en este gran bioma si no actuamos con urgencia. Pero lamentablemente, no es suficiente. No es suficiente porque se necesita un llamado contundente que dé una señal clara de detener la deforestación en la Amazonia a toda costa. Y esa señal contundente no está en la Declaración”, evalúa la directora ejecutiva para América Latina de The Nature Conservancy (TNC), Paula Caballero.

En el contexto de la negociación política global, para la líder de TNC en América Latina, el acuerdo entre los países amazónicos no garantiza que los miembros de la OTCA actúen como un bloque coherente. “No estoy segura de que la Cumbre cambie de manera significativa las posturas de los países. Fui negociadora durante muchos años en el marco de la Conferencia de Cambio Climático y sé muy bien que los países tienen posturas firmes que responden a una variedad de intereses nacionales”.

Este año, un avance logrado en los eventos de la OTCA fue la participación social en las reuniones previas a las reuniones de jefes de Estado. El Foro Social Panamazónico (Fospa), un movimiento social de articulación, acción y reflexión sobre la cuenca amazónica, estuvo entre los movimientos sociales que exigieron ser escuchados por la sociedad, una demanda que dio lugar a los Diálogos Amazónicos, dos días previos a la cumbre. También estuvo involucrado en la organización de la Asamblea de los Pueblos de la Tierra por la Amazonia, una Cumbre de los pueblos indígenas y movimientos que se celebró en Belém de manera paralela a la de los presidentes.

João Pedro Ramalho, uno de los miembros del Fospa, considera que los eventos previos a la reunión de los presidentes fueron una victoria. “Es importante considerar una victoria de los movimientos sociales, que exigieron esto a los gobiernos, y saludar que los gobiernos hayan tenido una postura sensible y hayan realizado los Diálogos Amazónicos. Y aceptaron que seis representantes de la sociedad civil, con diversidad étnica y diversidad de países, hablaran en la reunión de los presidentes”, reconoce.

En cuanto a los resultados, el liderazgo social señala ausencias en la Declaración de Belém. “Por un lado, la carta de los presidentes habla de poner fin a la deforestación, pero sin metas, sin un cronograma bien definido. Y eso, para nosotros, no es suficiente. Se necesita más. Para evitar el punto de no retorno tenemos necesidades inmediatas. Por eso, incluso presentamos la propuesta 80/25. Nuestra propuesta no era simplemente poner fin a la minería ilegal y al mercurio, que ni siquiera está presente en la carta. Sino que hubiera un plazo de transición para poner fin a la minería. Y tampoco se dice nada sobre la explotación petrolera”.


Reportaje de InfoAmazonia para el proyecto PlenaMata.

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Guilherme Guerreiro Neto

Guilherme Guerreiro Neto é jornalista baseado em Belém, Pará. Colaborador do InfoAmazonia, foi repórter dos especiais Engolindo Fumaça e Amazônia Sufocada. Atuou em duas edições do projeto de fact-checking...

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