Naciones Unidas explicó las medidas que se han tomado en Colombia, Brasil y Perú. Sin embargo, confesó que hay preocupación sobre la capacidad de las instituciones de salud para hacer frente a la situación del coronavirus y proteger a las cerca de 170.000 personas que viven en esta área.
La Organización de las Naciones Unidas, por medio de un comunicado, pidió mayor apoyo y esfuerzos de respuesta en la región del Amazonas a medida que el COVID-19 sigue aumentando, afectando a una gran proporción de las comunidades indígenas, para salvaguardar la vida de las 170.000 personas que viven en áreas remotas a lo largo del río Amazonas. (Lea: La pandemia evidenció las deudas del Estado con nuestros pueblos: Comisión de Territorios Indígenas)
“Las comunidades indígenas son afectadas por algunas de las tasas más altas de incidentes de la enfermedad. Como resultado de la pandemia y a pesar de los esfuerzos desplegados por los tres gobiernos para responder a la crisis, existen crecientes preocupaciones sobre la capacidad de las instituciones de salud para hacer frente a la situación y salvar vidas”, reseña el documento.
La ONU explicó que mientras se mitiga la propagación del virus SARS-CoV-2 con medidas como el aislamiento, se están propagando duras consecuencias socioeconómicas para la zona. Se han profundizado desigualdades de género, los riesgos de la seguridad alimentaria o la precariedad en el estado nutricional en comunidades que, según explica la organización, ya se encontraban en condiciones de vulnerabilidad.
La organización resaltó la labor que realizó el Ministerio de Salud, con la ayuda de la Organización Panamericana de la Salud, en el Amazonas, donde hay registrados 2506 casos confirmados. La tasa de reproducción del virus descendió de 3.60 a 0.40, mostrando efectividad de las medidas. “En Leticia el 90.9% de los pacientes se han recuperado y el 4.4 % son atendidos en casa, 6 personas se encuentran en hospitalización y 6 en la Unidad de Cuidados Intensivos”, añade el documento. (Puede leer: Indígenas exigen la suspensión de actividades extractivistas en la Amazonía)
Además de reducir la tasa de reproducción del virus, según Naciones Unidas Colombia, en el Amazonas se contrató a cuatro médicos y tres enfermeras; entregaron al Hospital San Rafael de Leticia ventiladores, insumos médicos, medicamentos y equipos de protección personal. También cuentan con una cápsula de aislamiento a la Fuerza Aérea Colombiana para hacer el traslado de pacientes críticos.
En el Amazonas brasileño, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), instruyó técnicamente al Ministerio de Salud para la elaboración de un Plan de Contingencia nacional enfocado en las comunidades indígenas. Los estados de Roraima y Amazonas fueron la prioridad para reforzar las capacidades de los servicios de salud.
“Allí se expandieron las unidades de cuidados intensivos y la distribución de material de protección para personal médico. Se distribuyeron kits de higiene y alimenticios, vacunas y comunicación en lengua indígena para medidas de protección”, añade la ONU.
En cuanto a Perú, Naciones Unidas viene desarrollando una estrategia para los pueblos indígenas de Loreto y los distritos fronterizos con Brasil y Colombia. “Se han donado más de 40 concentradores de oxígeno y equipo de protección personal (EPP), en coordinación con el Comando de Operaciones COVID-19 nacional, el Ministerio de Salud, las propias comunidades, y el Gobierno regional de Loreto”, explica la comunidad. (Le puede interesar: Un juez le ordenó a Bolsonaro proteger a los pueblos indígenas del coronavirus)
También han brindado asistencia técnica para el monitoreo a través de la sala de situación COVID-19 y están promoviendo campañas de comunicación intercultural para los más vulnerables de la región. Están elaborando un plan de respuesta rápida en la triple frontera, en el que se identifique las necesidades más urgentes de la población y las actividades críticas para atenderlas.