Un evento alternativo nació como respuesta a la Cumbre Mundial de Gobernadores que se celebra en Florencia, Caquetá. Organizaciones critican la falta de presencia de autoridades indígenas y campesinas amazónicas.
Gobernadores de varios estados y provincias de Brasil, Colombia, Ecuador, Indonesia, Costa de Marfil, México, Nigeria, Perú, España y Estados Unidos se encuentran reunidos en Florencia, Caquetá, en la décima Cumbre Mundial de Gobernadores (Governors’ Climate and Forest Task Force).
El evento se inauguró hoy en Florencia (Caquetá) y tiene 10 países invitados que se reunirán durante tres días para discutir sobre estrategias de protección a los bosques tropicales. Precisamente, que Caquetá sea la sede de la cumbre no es gratuito: según el Ideam, Caquetá es el departamento más deforestado del país. A principios de 2018, por ejemplo, el 21% de las alertas de deforestación del último trimestre estaban concentradas en San Vicente del Caguán, y el fenómeno el año pasado, el 45% del total de las alertas tuvieron su origen en ese departamento.
“No podemos solos con este problema, necesitamos recursos para hacer proyectos alternativos a través de nuestras fundaciones, asociaciones, gremios, juntas de acción comunal y quienes conocen la problemática e, incluso, los que la generan, pues sean los que desarrollen soluciones, por eso en este evento buscaremos recursos para estas iniciativas que protegerán nuestras fuentes hídricas, el bosque, la flora y la fauna”, dijo el gobernador de Caquetá, Álvaro Pachecho, al medio Lente Regional.
Aunque se llevan a cabo reuniones a puerta cerrada, hay foros son gratuitos y de entrada libre. Sin embargo, hay descontento con algunos pobladores amazónicos por la presencia de la Cumbre en Colombia. Por eso el Foro Panamazónico, que agrupa comunidades de los 9 países de la cuenca Amazónica, adelantan un evento alternativo, simultáneamente que se desarrolla la Cumbre Mundial de Gobernadores, llamado «Mambeando y Tejiendo por la Amazonía».
La preocupación es por lo que los participantes del foro llaman “Economía Verde”, que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente define como “aquella que resulta en un mejoramiento del bienestar humano y la equidad social, mientras se reducen los riesgos ambientales y las carencias ecológicas”. El concepto se orienta a reconocer que el logro de la sostenibilidad depende en gran medida de lograr que la economía, especialmente en los países en desarrollo, crezca teniendo en cuenta consideraciones y medidas ambientales como estrategias complementarias.
Los miembros de FOSPA temen que la naturaleza «entre en el sistema financiero a través de iniciativas como el Programa para la Reducción de Emisiones causadas por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (Programa REDD, por sus siglas en inglés). Bajo la premisa de combatir estas emisiones mediante el desarrollo de actividades de “gestión sostenible de los bosques”, estos programas están poniéndole valor a los bienes y ‘servicios’ que pueden aportar los bosques, a manera de pagos por servicios ambientales o de compensación ambiental”.
Particularmente hay preocupación alrededor de los programas de REDD+, según expresaron en un comunicado. De acuerdo con Javier Marín, vocero de FOSPA, el temor es que “al introducir la naturaleza a un sistema de mercado no se resuelven los problemas. Los países del norte pretenden equilibrar su accionar en un lado del mundo con bonos de carbono comprados aquí, en los bosques que los indígenas de la Amazonía han resguardado por milenios, pero eso tiene efectos en las comunidades locales”.
El temor, según Marín, es que si hay una compensación económica por servicios ambientales en una comunidad indígena en donde el compromiso es no tocar el bosque, se vuelven dependientes de ese programa y no del bosque. “Tiene que ver con el cambio de su economía, sus proyectos de vida se sostiene en su relación con el bosque, pero si el bosque no se puede afectar de la manera tradicional como hacen los pueblos, pero le dan la plata para que sobrevivan, la comunidad empieza a cambiar su modelo de vida”.
Según Luz Mery Panche, indígena Nasa del Caquetá que estuvo presente en la primera reunión de la Cumbre, estaban presentes delegados indígenas de Caquetá y también de Chiapas (México), entre otros. Sin embargo, las autoridades tradicionales indígenas del resto de departamentos de la Amazonía colombiana no estaban presentes, aunque había presencia de dos delegados de COICA y OPIAC (en donde sí se agrupa la mayoría de grupos indígenas de la Amazonía).
“No había campesinos de otros países o personas afro de Colombia que también son conservadores de bosques, y eso preocupa. Segundo, tenemos reservas con REDD+ porque el tema es novedoso para nosotros pero no queremos que se firme o acuerde nada sin nuestro consentimiento”, expresa.
La Cumbre Mundial de Gobernadores se extenderá hasta el 3 de mayo, y “Mambeando y tejiendo con la Amazonía” hasta el 1 de mayo, ambas en Florencia, Caquetá.
Infoamazonia es una alianza periodística entre Amazon Conservation Team, Dejusticia y El Espectador.