El Comité Directivo de la Agencia Nacional de Tierras anunció la ampliación de 44.850 hectáreas para los resguardos de Puerto Córdoba, Comeyafú y Camaritagua, medida que beneficiaría a trece etnias indígenas.
El Comité Directivo de la Agencia Nacional de Tierras formalizó este viernes la ampliación de 44.850 hectáreas de los resguardos de Puerto Córdoba, Comeyafú y Camaritagua. Se busca que con esta medida se beneficie a trece etnias indígenas que habitan en los territorios ubicados cerca del río Caquetá. (Lea: “La Amazonía es un asunto global. Salvarla no es solo asunto de Colombia”: Bomba Estéreo).
El director de Gaia Amazonas, Francisco von Hildebrand, explica que «esta decisión rectifica la propiedad formal de los grupos étnicos sobre sus territorios ancestrales. Además, garantiza conectividad cultural y ecosistémica de las cuencas Caquetá y Apaporis, y resalta el rol de los pueblos indígenas como autoridades territoriales. Desde tiempos ancestrales son ellos quienes han mantenido la estabilidad biológica y cultural de la Amazonía colombiana».
La decisión de la ampliación de estos tres resguardos sirve como impulso de los derechos étnico-territoriales de los pueblos indígenas y contribuye a las medidas de protección del Pueblo Yuri que, según esta organización, se encuentra en aislamiento voluntario. Además, cuenta el director, fortalece la conectividad entre las cuencas de los ríos Puré, Mirití Paraná y Apaporis.
Este territorio, que conecta a los Parques Yaigojé Apaporis y Río Puré, alberga cientos de especies, entre ellas, más de 1.500 de plantas, algunas en peligro de extinción; 300 de aves, 100 de anfibios; 70 de reptiles, y 300 de peces. Además, también cuenta con una importante diversidad de hábitats, como bosques húmedos tropicales, bosques inundables, lagos y ríos. (Puede leer: Emergencia ambiental: 8 mil barriles de crudo fueron vertidos en la Amazonía).
Además de la diversidad biológica, estos territorios albergan un amplio valor cultural, ya que, según la organización, «en sus historias de origen las deidades crearon el mundo, delimitaron el territorio, establecieron un orden social y un manejo territorial a partir de un conjunto de prácticas sagradas».