El corredor Atlántico-Amazonia-Andes o «Triple A» atravesaría ocho naciones y un tercio del territorio amazónico

En el marco del Foro de Ministros Ambiente de América Latina y el Caribe, 4 de los 9 países cuyo territorio incluye a la región del Amazonas se reunieron el viernes para establecer los primeros diálogos con respecto a la consolidación del corredor de conectividad Andes-Amazonía-Atlántico o “Triple A”.

El corredor, ideado por el director de la Fundación Gaia Amazonas, Martin Von Hildebrand, pretende ser un área protegida de 200 millones de hectáreas de la Amazonia para mantener la conexión natural y cultural entre el océano Atlántico, la región de la Amazonia y los Andes. Si se materializa, sería el corredor socio ecológico más grande del mundo y protegería un tercio de todo el territorio amazónico. El corredor cruzaría ocho países suramericanos e involucraría a 385 comunidades indígenas y 30 millones de personas en Venezuela, Perú, Guyana, Guyana Francesa, Surinam, Colombia, Ecuador y Brasil.

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Aunque faltaron representantes de Venezuela, las dos Guyanas y Surinam, estuvieron presentes Fernando León, viceministro de Ambiente de Perú; Luis Gilberto Murillo, saliente Ministro de Ambiente y desarrollo sostenible, de Colombia; Fernando Coimbra, Embajador Jefe de Asuntos internacionales del Ministerio de Ambiente de Brasil; Martín von Hildebrand, presidente de Fundación Gaia Amazonas y la viceministra del Medio Ambiente de Ecuador, María Eulalia Pozo.

Lo que se pactó no parece mucho, y sin embargo es uno de los avances más formales en esta idea que se lleva amasando 30 años, y que solo hace 3 encontró suficiente apoyo científico y político para materializarse: cada país deberá hacer un estudio de conectividad, y bajo un punto focal –es decir, un contacto en cada cancillería y Ministerio– se formalizó un grupo para intercambiar avances, conocimientos y rendir cuentas, teniendo en cuenta el agua, los servicios ambientales y los posibles corredores ecológicos y culturales.

En esta reunión, los representantes de Brasil plantearon la posibilidad de otro corredor al sur del río Amazonas, no priorizando el ciclo del agua y la conectividad Atlántico-Amazonía-Andes (como sí lo hace el Corredor AAA) sino el desplazamiento de los animales que, para sobrevivir al cambio climático, deben migrar adaptarse a nuevas condiciones. Por eso propusieron un corredor ecológico hacia el sur del río Amazonas, pasando por Paraguay, Uruguay y Argentina.

De acuerdo con el diario N+1, la migración inusual causada por el cambio climático fue advertida por un grupo de científicos de la Universidad de Washington en 2016:  «En Sudamérica el patrón más llamativo es el desplazamiento de las especies hacia al oeste de la Amazonía», añadió Joshua Lawler, uno de los investigadores, a N+1. Es decir que el corredor propuesto por Brasil correspondería en parte a ese patrón de migración.

Ya hay agendas binacionales e infinidad de tratados fronterizos y todos los países han avanzado en materia de trazar áreas protegidas. Sin embargo, aún hay retos por delante para poder materializar el corredor, que sería un inmenso laboratorio contra el cambio climático y un aliciente para cumplir la meta para la cero deforestación adoptada por Colombia, que según el ministro Murillo, “no será en 2020, sino en un par de años más por la realidades del país recientemente”. Por ahora, se espera que los resultados de los estudios de conectividad estén listos para principios del próximo año.

Ana Puyol, directora ejecutiva de la Fundación Ecociencia, una de las cuatro organizaciones encargadas de llevar la iniciativa del Triple A en Ecuador, contó a El Espectador que se han adelantado diálogos con las 6 prefecturas de la Amazonia Ecuatoriana agrupadas bajo la Mancomunidad de Gobiernos Autónomos Descentralizados Provinciales de la Amazonia Ecuatoriana (CONGA). “En una hectárea del Parque Nacional Yasuni hay más especies de árboles que en todo Norteamérica. La biodiversidad es inmensa. Por otro lado, las comunidades están en su derecho legítimo de exigir vías dignas y carreteras. Eso representa un dilema para cualquier iniciativa de protección”.

Fernando León, viceministro de Ambiente de Perú, felicitó a Colombia por su liderazgo en esta iniciativa, “necesitamos fortalecer la conectividad en la Amazonia pues es fundamental para la sostenibilidad. Todos debemos estar vinculados y aprovechar los avances que ya existen, pues esto nos ayuda a cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.

Además de este Foro de Ministros, otros escenarios han impulsado el Corredor AAA. La mayoría de países amazónicos firmaron el Tratado de Cooperación Amazónica (1978) y el COP 21 (2015), que reconocen la Amazonia como un territorio a proteger. Por otro lado, Juan Manuel Santos ha hecho dos declaraciones públicas (una en 2015 y otra en septiembre de este año) relacionadas con el corredor. De acuerdo con Puyol, la reunión alrededor del Corredor AAA entre el presidente de Ecuador Lenín Moreno y Martin von Hildebrand está planeada para noviembre.

¿Para qué un corredor que atraviese la Amazonia?

El agua de casi todo el continente depende de los 200 billones de toneladas que viajan desde el océano Atlántico y son absorbidas por la flora de la Amazonia. Gracias al calor, 600 millones de árboles transpiran a través de raíces y hojas, creando el vapor que el viento empuja hacia los Andes para que se vuelva agua de nuevo e irrigue la tierra, hasta volver al mar. Esta desconexión es una amenaza no sólo para el agua, sino para el intercambio genético entre la fauna y la flora del bosque.

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