La decisión del Tribunal Federal del Amazonas es histórica, pues representa la mayor multa que se ha cobrado por ocasionar perjuicios al medio ambiente.

El 18 de julio, un juez federal de Brasil resolvió una acción civil pública interpuesta por el Instituto Brasilero de Medio Ambiente y Recursos Naturales (IBAMA) por medio de la Procuraduría General de la República. El tribunal ordenó al ganadero Dirceu Kruger a pagar más de 50 millones de dólares por los perjuicios que ocasionó en la región amazónica de dicho país, específicamente en los municipios de Boca do Acre y Lábrea.

En la decisión, el hombre es señalado por haber deforestado entre 2003 y 2016, de manera ilegal, 5.600 hectáreas de tierras que le pertenecen al estado del Amazonas. Primero taló el bosque, luego quemó el terreno y finalmente sembró pasto para el ganado. Según una noticia de la Fiscalía General de Brasil, la procuraduría adjuntó entre sus pruebas imágenes satelitales de la zona, informes de inspección del IBAMA e incluso un video en el que el infractor confiesa su responsabilidad.

La intervención ambiental de Kruger impacta “sobre la biomasa amazónica, interfiriendo con las reservas de carbono del bosque, provocando así la emisión de gases de efecto invernadero y la eliminación de elementos ecosistémicos reguladores del el clima, incluidos los sumideros de carbono”. Así lo señala el dictamen. La petición inicial sugería que Kruger era “un delincuente persistente, consciente de su conducta ilegal e indiferente al daño ambiental”.

La decisión judicial indica que esta selva húmeda tropical elimina, por día, alrededor de nueve kilogramos de CO₂ de la atmósfera. Entonces, se calcula que la destrucción de miles de hectáreas por parte de Kruger impidió que los árboles absorbieran unas 18.396 toneladas de carbono por año. A partir de allí, se estimó el valor de compensación, teniendo presente el costo de 60 euros por tonelada, de acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Así las cosas, Kruger debe pagar una indemnización que asciende a 50 millones de dólares. Con ese fin, el tribunal congeló los activos del brasileño y le restringió recibir beneficios fiscales y el financiamiento en establecimientos oficiales de crédito. Además, para bloquear la cadena de ganancias ilícitas, le prohibió “arrendar o prestar, frente a todos y cada uno de los establecimientos comerciales, motosierras, tractores, cadenas e instrumentos asociados, salvo autorización expresa de la Corte”, se lee en la decisión. El hombre también debe hacer una labor de recuperación ambiental para contrarrestar el daño.

La procuraduría pide que la multa, la cual ha sido la de mayor valor hasta el momento en términos de daños ambientales en Brasil, sea destinada al Fondo Nacional de Cambio Climático. Con esto, también espera que se siente un precedente y que la acción sea pionera para reparar el deterioro “no solo de la Amazonia, sino de todos los biomas brasileños”, subraya la noticia.


*Este artículo es publicado gracias a una alianza entre El Espectador e InfoAmazonia, con el apoyo de Amazon Conservation Team.

Sobre el autor

Catalina Sanabria

Reportera de Amazonia y asuntos ambientales para El Espectador de Colombia e InfoAmazonia. Periodista con interés en temas de género, medio ambiente y construcción de paz. Ha colaborado en medios como...

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