En los primeros 13 días de mayo Amazonas pasó de tener 105 afectados por el coronavirus a 871, según el reporte de ayer. El incremento es del 729 %. Entrevista.

Por Laura Angélica Ospina Herrera – @LaurisOspina

La situación en el Amazonas es dramática. En los primeros 13 días de mayo, el departamento pasó de tener 105 casos a 871. Es decir, un incremento del 729 % en una región con población dispersa, una precaria red hospitalaria con poco personal y equipos para enfrentar la coyuntura, y una geografía a la que se accede por ríos y avión. El panorama para el departamento es tan complejo que el presidente Iván Duque y el gobrernador Jesús Galdino Cedeño se reunieron para tomar medidas enfocadas en mitigar el impacto del virus. En entrevista con este diario, Galdino explica cuál es, según su concepto, la razón del vertiginoso aumento de casos, los motivos para militarizar la zona y su responsabilidad en este asunto.

¿Por qué han aumentado los casos de COVID-19 tan dramáticamente en el Amazonas?

Tenemos una ubicación geográfica diferenciada: estamos en medio de Brasil y Perú. Cuando Leticia ya estaba bajo el aislamiento social obligatorio, la ciudad brasileña de Tabatinga estaba aún sin restricciones: sus locales comerciales, calles y puertos funcionaban con todo el personal. El aumento de casos de Manaos (capital del Amazonas del Brasil) se vino hacia la frontera. Tomaron medidas 17 días después de nosotros. Asimismo pasó con el estado de Loreto, en Perú, que contó en su momento con más de 700 casos. Por esas particularidades es que hasta el 12 de mayo teníamos 718 casos, 26 fallecidos y una letalidad del 6,8 % frente al 4 % de los otros departamentos.

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¿Cuál es su responsabilidad como gobernante frente al aumento de casos en el Amazonas? Médicos locales dicen que no se acogió la cuarentena a tiempo.

Hay un clima amplio de desinformación. Desde finales de febrero empezamos a alertar sobre el virus y les anunciamos que llegaría el momento de aislarnos. Pero las personas acogieron la medida paulatinamente. Difícilmente están dispuestas a cumplir una norma de esas cuando no existe la seguridad de cómo se van a mantener. Si no hay conciencia me queda muy difícil entrar a cada casa a decir que hagan caso.

Mi responsabilidad es con la salud del departamento. El alcalde de Leticia es médico, yo lo soy también, y estamos dando el mejor manejo, honrando el juramento hecho. ¿Imagínese que no fuésemos médicos? Claro que tengo responsabilidad porque soy el gobernador y soy el que firma, pero quiero decir que estoy haciendo todo lo posible para que las cosas se hagan bien. Ahora, en persona no podemos hacerlo todo. Debemos delegar. No estoy, por ejemplo, en el hospital San Rafael en este momento. Entonces, si me están reanimando un paciente, y si llegara a fallecer, ¿es mi culpa? No. Hay una interventoría de la Superintendencia para que el hospital funcione mejor. Acompaño la interventoría para verificar que todo esté bien hecho y mejor de lo que yo hubiera hecho para cumplirle al departamento.

La situación es muy grave por las características del departamento: sistema de salud precario, población dispersa, vías de acceso en su mayoría aérea y fluvial. Luego de la reunión con el presidente Iván Duque, ¿qué auxilios llegarán?

Mantendremos el aislamiento obligatorio y para eso necesitamos alimento y agua potable en las casas. Se comprometieron a enviar 25.000 mercados pronto. Hasta ahora hemos entregado más de 13.250 por parte de la Gobernación con recursos propios, 2.000 de la Alcaldía de Leticia y 1.683 del Ministerio del Interior. Se han entregado 2.902 a asociaciones indígenas.

¿Por qué consideran tan importante militarizar la frontera, en lugar de fortalecer el personal médico?

Ya se venía haciendo, pero el presidente pidió que sea más intenso. Vinieron 100 hombres del Ejército y un grupo del Esmad de refuerzo. La Armada se está movilizando por los ríos para evitar el ingreso de embarcaciones y de contagio. Es importante, porque tan solo en Leticia hay nueve puntos permeables de frontera. En nuestra frontera hay casas con la sala y el comedor en Colombia, y la cocina en Brasil. Uno puede entrar por un lado y salir por el otro. Hay familias aisladas, que están estables, pero podrían desequilibrarse y terminar contaminadas.

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El Gobierno está enviando 55.000 tapabocas y a 17 profesionales entre médicos, enfermeras, bacteriólogos y personal de apoyo. ¿Es suficiente?

Aún no lo es. Se está haciendo mucho esfuerzo con el personal actual, teniendo en cuenta que algunos profesionales han dado positivo y se deben aislar. Pero necesitamos más personal, una reserva para suplir a los contagiados. Ahora, sobre el avión ambulancia, se está coordinando con Presidencia y Ministerio de Salud. En un momento dado no tendremos capacidad en el hospital para intubar pacientes y habrá que llevarlos al interior del país. Presidencia adecuará un avión para mantener distancia entre pacientes.

Amazonas no cuenta con unidad de cuidados intensivos. ¿Cómo han tratado a los enfermos?

La mayoría son asintomáticos y están en sus casas aislados. De 718 casos, solo hay 25 hospitalizados y de ellos solo cuatro en cuidado intermedio. Pero habrá un pico y necesitaremos más capacidad. Para cuidados intensivos tenemos una planta de oxígeno que produce 40 barras de oxígeno en un día, pero alcanza máximo para cuatro camas con ventilador mecánico. Tenemos 10 ventiladores que sirven, pero la producción de oxígeno solo alcanza para esas cuatro.

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¿Cuál es la estrategia para aumentar la capacidad de los puestos de salud?

Para llegar a las nueve áreas no municipalizadas tenemos que tomar un avión y volar aproximadamente una hora y 20 minutos hacia la selva y llegar al puesto de salud. Si no se hace de esa forma, hay que hacerlo por río, se llega en seis o siete días.

En la parte urbana y trapecio amazónico, en Puerto Nariño, estamos aumentando la capacidad instalada de camas y lo estamos haciendo a través de la red hotelera. Cuando en el hospital San Rafael no haya más, continuaremos con unos hoteles. Estamos negociando para prestar servicio de habitación para cada paciente con alimentación, estadía y lavandería. La idea es que los visite un médico con una ronda en la mañana y otra en la noche, con auxiliares de enfermería que los estará vigilando con su temperatura y signos vitales.

Y pusimos sobre la mesa con el Gobierno la necesidad de otra planta de oxígeno. De nada nos sirven los ventiladores si no contamos con eso. Eso sí, su instalación se demoraría cerca de 45 días, no es algo inmediato.

Solo un proyecto por parte del Amazonas para utilizar regalías en esta crisis, por $3.988.690 millones. ¿En qué se están utilizando?

Se nos aprobó alrededor de un 40 % de regalías. Vamos a comprar 15 ventiladores, monitores, bombas de infusión, manómetros, camas, elementos de protección. El resto de los recursos de regalías tengo entendido que se está manejando en algunas alcaldías para mirar unos temas que tienen que ver con otros proyectos que ellos presentaron y por eso nosotros no disponíamos de más recursos.

Con ese proyecto vamos a fortalecer la red hospitalaria del departamento y son insumos que quedarán y servirán al largo plazo. Un sueño de esta región es tener el hospital San Rafael de Leticia bien dotado.

Foto: Gobernación del Amazonas

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