Ladrones hurtaron equipos esenciales de este sistema que mide el nivel de los ríos y varias condiciones climáticas. Su funcionamiento es vital para evitar tragedias como la de 2017.
Durante la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril de 2017, Mocoa, capital de Putumayo, vivió una de sus peores tragedias. La ola invernal ocasionó el desbordamiento de varios ríos que inundaron con agua y lodo la ciudad. Más de 300 personas murieron y hubo cerca de 400 heridos. (Lea Revelan el número de especies de tiburones y rayas que tiene Colombia)
Una de las herramientas vitales para evitar la repetición de este episodio es el Sistema de Alertas Tempranas, que suministra información sobre diferentes fenómenos hidro climáticos. Entre ellos, el nivel de los ríos. Sin embargo, hoy Mocoa se despertó con una mala noticia: varios de esos equipos fueron hurtados. (Lea Apple se asocia con comunidades colombianas para proteger los manglares del Caribe)
Así se lo confirmó a RCN Radio Robinson Lemos, coordinador encargado del Sistema de Alertas Tempranas de Mocoa, luego de que el flujo de información que genera presentara una serie de fallas. (Lea La destrucción del hielo de Groenlandia se aceleró 6 veces en medio siglo)
Al comprobar las motivos por los que eso sucedía, Lemos se percató de que el Sistema, situado en la vereda de Campucana, no tenía varios de los equipos esenciales para funcionar. Baterías, controlador solar, radios, una tarjeta de memoria y adaptadores hacen parte de los artefactos que fueron robados.
“Toda la información que recibimos para analizar el estado de los ríos proviene de los sensores instalados”, dijo a RCN Radio. “Encontramos que las cajas de protección donde se localizaban los elementos tecnológicos fueron violentadas”.
Por ahora, a la capital de Putumayo activó el Plan de contingencia y está usando las estaciones en línea del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) para poder seguir monitoreando el nivel de los principales ríos.
Foto: Imagen de la tragedia de Mocoa, ocurrida entre la noche del 31 de marzo y la madrugada del 1 de abril de 2017.