En temporada seca, de diciembre a marzo, las quemas son pan de cada día en esta región. Mientras el presidente Santos sobrevolaba el Parque nacional Chiribiquete, al menos 40 incendios estaban activos.

De acuerdo con el último reporte del Ideam, la Amazonía sigue siendo la región más deforestada de Colombia. Según la entidad, allí se concentra el 70% de las alertas tempranas. Mientras el presidente Juan Manuel Santos sobrevolaba el Parque nacional Serranía del Chiribiquete para hacer la promesa de ampliar el área protegida, por la ventana del helicóptero se veían unos 40 puntos de humo sobre el tapete deforestado del departamento del Guaviare.

La Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente Amazónico, Guainía, Guaviare y Vaupés (CDA) ha reportado cerca de 20 casos puntuales de deforestación, donde se necesita actuación del aparato judicial y con base en la información del IDEAM se han aportado otros casos que suman 90 en total. Pero según el Instituto Amazónico de Investigaciones científicas, hay 466 fuegos activos tan solo en el departamento del Guaviare. 

Por eso, el Ministerio de Medio Ambiente convocó a un Puesto de Mando Unificado, instalado en San José del Guaviare, para hacerle frente a los incendios que apremian más por ser los más extensos, los más cercanos a áreas protegidas o a fuentes de agua.

Como contó El Espectador, en la zona también se encuentra la directora Nacional de Fiscalías para Derechos Humanos y Ambiente, Stella Sánchez, y un grupo de otros cinco fiscales y 100 efectivos de la Policía Judicial para el control de la deforestación y delitos ambientales. También llegaron a la zona funcionarios del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo de Desastres (CDGRD) del Guaviare, la Fuerza Pública, representantes de la Agencia Nacional de Tierras y Visión Amazonía.

El primer incendio es del Cerro Azul, muy cercano a vestigios de pinturas rupestres y de patrimonio arqueológico, además de hacer parte del escudo Guyanés y de estar en la zona de preservación de la Serranía de La Lindosa. Allí, unos 35 bomberos de Casanare expertos en control de incendios forestales, y unos 10 de san José del Guaviare, todos voluntarios, trabajan desde hace por lo menos cuatro días para apagar las llamas. La voracidad hizo que Cerro Azul se declarara en estado de calamidad pública.

De acuerdo con el MADS, el 70% del incendio está controlado y se espera que para mañana ya esté del todo sofocado.

El segundo punto priorizado es la Sierra de la Macarena, que hace parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas e integra el corredor de conectividad ecológica Andes-Amazonía-Orinoquia. Según la Fuerza Aérea, unas 500 hectáreas podrían estar afectadas dentro del área protegida y no solo en la zona de amortiguamiento, como sucedió con el incendio de hace 2 semanas, que dejó unas 1.035 hectáreas quemadas, y un centenar de hectáreas de bosque nativo calcinado.

El tercer punto priorizado es la vereda Paraíso que está ubicada en zona de restauración del Distrito de Manejo Integrado Ariari-Guayabero y requiere atención oportuna ya que de allí puede propagarse el fuego hacia otras áreas de gran importancia ecosistémica.

El cuarto punto priorizado es la vereda Angoleta, de San José del Guaviare, que enfrenta otras problemáticas como la praderización y expansión de la frontera agropecuaria y que están afectando el corredor de conectividad ecosistémica y la sostenibilidad ambiental del territorio.

El quinto punto es la vereda La Ceiba, en el municipio de Calamar, cerca de la zona de ampliación del PNN Serranía de Chiribiquete, que afecta la zona de reserva forestal de Ley Segunda. “Su atención prioritaria puede prevenir la aparición de nuevos focos de deforestación en este sector”, explicó Alegría Copete y agregó que el sexto foco priorizado es la vereda Villalinda en el municipio de El Retorno, que también está ubicada en zona de reserva forestal de Ley Segunda.

Al mismo tiempo se atienden 30 focos pequeños en el municipio de El Retorno, en las veredas Santa Bárbara, Alto Cachama, San Antonio, Cerritos y Caño Barroso y en el municipio de Calamar en las veredas La Ceiba, Altamira, La Argelia, Triunfo y Diamante Dos, que están siendo atendidos por los cuerpos de socorro locales, bomberos y defensa civil.

“Las quemas están prohibidas por el Decreto 948 de 1995 en concordancia con el Decreto único 1076 de 2015, ya que en su mayoría se salen de control y generan incendios forestales. Debido a esto, los municipios de El Retorno y Calamar, decretarán en las próximas horas la calamidad pública”, dijo el Ministerio de Ambiente en un comunicado.

Como parte del plan de emergencia que echó a andar el MADS, se capturaron cinco personas en la vereda de Caño Mosco, dentro del resguardo indígena Nukak Maku, bajo la “Operación Destreza” de la Brigada de Selva #22 del Ejército Nacional.

El despliegue de cinco fiscales nacionales y 100 policías judiciales para el control de la deforestación y los delitos ambientales se suma a la Sala de Crisis Nacional, bajo la dirección de la Unidad Nacional para la gestión del Riesgo. a pesar de los esfuerzos, es difícil para cualquier bombero, autoridad ambiental o ministerio poder controlar el fuego. Por lo general, los incendios forestales son quemas para renovar pastizales para ganado que se salen de control por las condiciones climáticas de sequía, el fenómeno de El Niño y fuertes vientos.

Las estrategias contra la deforestación y el fuego

Una de las teorías que han tomado más fuerzas entre los medios de comunicación en los últimos días, es que las quemas tienen más que ver con el acaparamiento de tierras que con la ganadería. “Hemos avanzado también en el tema de tierras, se creó una mesa en la que participan el Ministerio de Agricultura, la Agencia Nacional de Tierras, la Unidad de Restitución de Tierras, la Gobernación y Alcaldías. Adicionalmente, se está trabajando en una mesa de Desarrollo Productivo ambientalmente sostenible coordinada por Visión Amazonia, la Agencia de Desarrollo Rural, Minagricultura, la Gobernación y Alcaldías para desarrollar proyectos de restauración de áreas degradadas, reforestación, pagos por servicios ambientales, construcción de viveros, con los que se les pueda ofrecer alternativas a la población y definir un plan de acción con actividades a mediano y largo plazo para el Guaviare”, agregó el ministro de Medio Ambiente, Luis Murillo.

Como una medida de control a la deforestación, el Ministerio de Ambiente, la CAD y las autoridades locales estudian la posibilidad de regular la utilización de motosierras de alto alcance, que son usadas generalmente en las talas indiscriminadas. Asimismo, buscan restringir el uso de aceite quemado, que suele emplearse como combustible en las quemas ilegales que causan gran daño ambiental.

Una de las estrategias de control de la deforestación y de incendios es crear un cinturón verde en esta zona del país, y por ello el Gobierno Nacional busca proteger más áreas naturales de, por ejemplo, el Parque Nacional Chibiriquete, que pasó de tener más de un millón de hectáreas a tener 2.7 millones de hectáreas en el año 2013, y este año se va a ampliar 1.5 millones de hectáreas más. “Vamos a quedar con un parque de 4.2 millones de hectáreas, lo que ayuda a proteger además toda la riqueza cultural y biológica de esta zona única en biodiversidad y nos va a servir de cinturón verde para garantizar su conservación, controlar la deforestación y los incendios forestales”, afirmó el funcionario.

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