Investigación comparó datos de parcelas de investigación a lo largo de la Amazonía con mapas de deforestación actual y proyectada para estimar cuántas especies han desaparecido y en dónde.
Más de la mitad de las especies de árboles en el bosque más diverso del mundo —la Amazonía— podría estar amenazada. Esta conclusión alarmante fue anunciado por un equipo de investigación formado por 158 investigadores de 21 países (incluyendo Bolivia), liderados por Hans ter Steege del Centro de la Biodiversidad Naturalis en Holanda, y Nigel Pitman, del Museo Field en Chicago, Estados Unidos.
La cobertura del bosque amazónico ha estado disminuyendo desde los años 50, pero los científicos todavía tienen un entendimiento limitado de cómo esto está afectando las poblaciones de cada especie. El nuevo estudio, publicado esta semana en la revista científica Science Advances, comparó los datos de parcelas de investigación a lo largo de la Amazonía con mapas de deforestación actual y proyectada para estimar cuántas especies han desaparecido y en dónde. Los autores concluyeron que entre el 36% y el 56% de las 15.000 especies de árboles de la Amazonía probablemente califican como globalmente amenazadas bajo el criterio de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.
“No estamos diciendo que la situación en la Amazonía ha empeorado súbitamente para los árboles,” dice Nigel Pitman. “Solo estamos ofreciendo un nuevo estimado de cómo las especies de árboles han sido afectadas por la deforestación histórica, y cómo serán afectadas por la pérdida de bosques en el futuro.”
Vincent Vos, del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado, uno de los investigadores bolivianos indica “El estudio permite comprender que la acelerada destrucción de los bosques amazónicos debido al avance de la frontera agrícola tendrá consecuencias grandes para la biodiversidad de la región. Si perdemos cerca de 50% de las especies de árboles también perderemos muchos animales e incluso los beneficios económicos y ambientales que obtenemos de estos bosques. Además es probable que entre las especies que desaparecerán se encuentren especies importantes por su madera, sus frutos o sus características medicinales. La extinción de una especie como la castaña sería desastrosa para la economía de la Amazonía boliviana.”
Debido a que las mismas tendencias observadas en la Amazonía se aplican a lo largo de los trópicos, los investigadores argumentan que la mayor parte de las más de 40.000 especies de árboles en todos los bosques tropicales del planeta probablemente enfrentan el mismo riesgo. El estudio muestra que la biodiversidad de los bosques tropicales se encuentra aún más amenazada de lo que se pensaba. Afortunadamente, dicen los autores, los parques naturales, reservas y territorios indígenas en la Amazonía actualmente cubren más de la mitad de la cuenca amazónica, y probablemente contienen poblaciones considerables de las especies amenazadas. «Es una buena noticia que en las últimas décadas los países amazónicos han hecho grandes avances en ampliar los parques nacionales y fortalecer los derechos indígenas sobre la tierra. Nuestro estudio muestra que esto tiene grandes beneficios para la biodiversidad» argumenta Hans ter Steege, el principal autor del artículo.
Sin embargo, los parques y reservas sólo evitarán la extinción de las especies amenazadas si estos no sufren una mayor degradación, dijo el coautor Carlos Peres, de la Universidad de East Anglia, en el Reino Unido. Los investigadores advierten que los bosques amazónicos siguen enfrentando una gran diversidad de amenazas, no solo por el avance de la frontera agrícola, pero también por la construcción de carreteras y represas, o la extracción de hidrocarburos y la minería. Además hay una creciente amenaza de los incendios forestales y sequías intensificadas por el calentamiento global. «La gran mayoría de las áreas protegidas en la Amazonía no tienen plan de manejo o presupuesto, y muy escaso personal calificado», dijo el coautor Rafael Salomão del Museo Emílio Goeldi en Belém, Brasil.
«Es la batalla de nuestras vidas», dijo William Laurance, de la Universidad James Cook en Australia. «O nos ponemos de pie y protegemos estos parques y reservas indígenas, o la deforestación los reducirá hasta que veamos extinciones a gran escala.»