La familia Heller es demandada en más de 26 juicios tributarios relacionados con delitos ambientales en las ciudades de Novo Progresso y Altamira, en la provincia de Pará, e Itaúba, en la provincia de Mato Grosso, Brasil. Solo se resolvieron dos demandas, por cancelación automática. Las primeras multas se remontan a 1999.