Este 22 de abril entra en vigor el tratado más importante en materia ambiental que han firmado los países de América Latina. Aunque solo doce lo han ratificado, muchos esperan que sea un instrumento esencial para evitar los asesinatos de líderes ambientales y permitir que, contrario a lo que ha sucedido en las últimas dos décadas, se proteja el medioambiente. ¿Será posible?