A partir de los símbolos que los indígenas Inga y Kamsá usan en sus vestimentas, se avanza en la creación de un manual, que sirva para recuperar y preservar su cultura, alojada en el Alto Putumayo
El trabajo adelantado por Yenny Muyuy Ojeda, estudiante de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (UN) Sede Palmira, ha permitido identificar que para la comunidad inga, el rojo representa calor, fuerza, temperamento, problemas cardiacos y de cabeza; mientras que para los kamentsa evoca sangre, calor y dolor.
En el caso del café, para los inga denota madera, deshidratación y problemas de estómago mientras que los kamentsa lo interpretan como madera y arena. Así mismo, la investigación reconoce símbolos que evocan la fertilidad, el nuevo amanecer y el inicio y fin de la vida de un indígena.
Según el censo realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en 2005, hay 15.450 personas que se reconocen como pertenecientes al pueblo inga, el cual se encuentra mayoritariamente localizado en la zona rural de Putumayo, Cauca, Caquetá y Nariño. De otra parte, en los municipios de Sibundoy y San Francisco habitan 6.953 personas de la comunidad kamentsa.
Para la estudiante, perteneciente a la comunidad inga, su investigación está orientada a recuperar la simbología ancestral de dichas comunidades, precisando sus significados y rescatando su uso y aplicación, pues existen serios riesgos de una pérdida de los valores tradicionales.
Con respecto a la elaboración de artesanías, esta recae gran parte de la transmisión de la simbología propia de los inga y los kamentsa, que conviven en los municipios de San Francisco, Sibundoy, Colón y Santiago. En las fajas, manillas, collares y otras prendas de vestir los artesanos reproducen estos símbolos para comunicar y mantener presente su cosmovisión en la conciencia colectiva de las comunidades.
Dicha actividad se desarrolla cada día con menos frecuencia debido a la pérdida de rentabilidad frente a otras posibles fuentes de ingresos económicos en la región.
En ese sentido explica que “las artesanías son elaboradas principalmente por mujeres. Sin embargo, muchas de ellas optan por trabajar en agricultura, oficios domésticos o apoyo a restaurantes, porque la fabricación de productos autóctonos no les representa ingresos para sus sustento”.
Para la estudiante Muyuy, la convivencia de estas dos comunidades también puede llevar al cruce o confusión de significados de los símbolos propios de cada una. “Cada símbolo tiene su origen y comunica algo diferente dependiendo al contexto, la forma y el color con el que se utiliza. Conocer la simbología es importante también para identificar nuestras semejanzas y diferencias como comunidades”, menciona.
En ese sentido, el desplazamiento provocado por el conflicto armado también ha impactado la preservación de los significados, al alejar a miembros de las comunidades de los territorios en donde se transmiten las prácticas culturales.
Ante estas dinámicas, la estudiante trabaja en la creación de un manual de símbolos que ya cuenta con 100 de estos catalogados. El objetivo es crear, desde sus conocimientos en diseño industrial, un producto de lectura fácil, rápida y didáctica que permita a los inga y los kamentsa aprender y reconocer sus comunidades.
El diálogo con los artesanos
La futura diseñadora ha recorrido el territorio de las comunidades y conversado con 26 artesanos para recoger la información necesaria sobre cada símbolo.
Los artesanos son mujeres y hombres mayores que prestan mucha atención a la preservación de las costumbres arraigadas a los símbolos y vestimenta tradicional de los jóvenes.
“Algunos expresaron su preocupación por el aumento de la frecuencia con que veían a jóvenes utilizando ropa más ‘occidental’, pintando sus cabellos o haciéndose piercings. Creían que esto podría llevar a las personas a olvidar la memoria cultural que albergan en los resguardos”, asegura.
El objetivo de la diseñadora es que su manual tenga una versión digital e impresa.
*Por Agencia de Noticias UNAL