Mejorar las condiciones de vida en Guaviare, Colombia, incrementando sus ingresos, y reconvertir 1.600 hectáreas con modelos productivos compatibles con la conservación y manejo de los bosques, es uno de los retos del Instituto SINCHI en la Amazonia.
“Estamos apostándole a proyectos innovadores que permitan hacer un uso sostenible y eficiente de los recursos naturales. En esta línea el Instituto SINCHI en Guaviare desarrolla una iniciativa que busca demostrar que la conservación y lo social van de la mano”, afirmó la directora general del Instituto SINCHI, Luz Marina Mantilla Cárdenas.
Colombia, como parte de la Estrategia de Crecimiento Verde y Trasformación del Campo, contemplada en el Plan de Desarrollo 2014-2018, se ha comprometido a adelantar acciones que permitan al país avanzar hacia un crecimiento sostenible y un desarrollo bajo en carbono.
En la región Amazónica, Caquetá, Guaviare y Putumayo, son los departamentos que presentan mayores afectaciones por los cambios de coberturas. Según análisis del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas “SINCHI” entre 2007 y 2012 se perdieron 551.600 hectáreas de bosques, el principal motor de este cambio de coberturas fue el incremento de pastizales plantados por el hombre.
“En el Instituto ejecutamos el proyecto Investigación en relictos de bosque como estrategia para generar bienes y servicios ambientales en el departamento del Guaviare, que se fundamenta en la premisa de que para conservar es necesario conocer, usar y valorar lo que se tiene”, dijo el ingeniero agrónomo Jaime Alberto Barrera García, coordinador del proyecto del Instituto SINCH.
Conservación y valoración de los servicios ecosistémicos, y uso sostenible de los recursos naturales son dos componentes en los que se centra esta iniciativa. Así, además de generar conocimiento se busca mejorar las condiciones de vida de las familias beneficiadas, que se ubican en 52 mil hectáreas de los municipios de San José del Guaviare, El Retorno y Calamar.
En valoración se genera conocimiento e información de los bienes y servicios que prestan los “relictos” o parches de bosque en las fincas. Servicios como captura de carbono, regulación hídrica, biodiversidad y aprovisionamiento de productos del bosque. El objetivo: crear condiciones que a mediano y largo plazo reviertan las tendencias de pérdida de biodiversidad.
En el ejercicio de medición de captura de carbono se tomaron datos de vegetación de treinta parcelas de 0,25 hectáreas, ubicadas en “relictos” de bosque. “Los resultados de los stocks o reservorios de carbono mostraron que cada hectárea de estos bosques tiene cerca de 118 toneladas de carbono almacenadas, un poco menos que los bosques naturales, pero de igual importancia a la hora de evitar emisiones de gases efecto invernadero por cambio de coberturas”, señaló Barrera García.
En la Amazonia, en departamentos como Guaviare, para mantener la capacidad productiva de la ganadería se talan los bosques, por eso el proyecto ya cuenta con el compromiso de las primeras doscientas familias de no talar los parches para ganadería.
Paralelo a la conservación se trabaja en la reconversión productiva de 1.600 hectáreas. Esta iniciativa busca mejorar los ingresos de los productores mientras aprovechan de manera sostenible los bosques, sin que exista un detrimento en sus rentas. Las alternativas productivas ofrecen la generación de ingresos económicos al corto, mediano y largo plazo.
Hoy, estos doscientos productores están comprometidos con sembrar cultivos de pancoger, sistemas agroforestales y silvopastoriles, así como en el manejo sostenible de bosques en sus predios.
“Estrategias como ésta, además de ser una alternativa productiva aplicable a la realidad de los productores de la región Amazónica, contribuyen a neutralizar las amenazas que afectan los ecosistemas, así se reduce las presiones hacia la biodiversidad”, enfatizó la Directora General del Instituto SINCHI.