Estación de Biodiversidad Tiputini usa drones para estudiar y monitorear la biodiversidad en la Reserva de Biósfera Yasuní.
Aeronaves no tripuladas, más conocidas como drones, no son sólo armas de guerra o juguetes de gente adinerada. Crece el número de investigadores usando la tecnología para ampliar la capacidad de investigación. En África, por ejemplo, los drones han sido usados para monitorear la migración de grandes mamíferos e para el combate a la cacería ilegal. En la Amazonia ya existen investigaciones usando drones en busca de civilizaciones antiguas, y pueblos indígenas los utilizan para proteger sus territorios.
Diego Mosquera es el coordinador de la Estación de Biodiversidad Tiputini, en Ecuador. Como biólogo, tiene el privilegio de estar dentro del lugar que aún hoy es considerado como uno de los mayores repositorios de vida de todo el planeta, el Parque Nacional Yasuní. En 2010, invitado por la Universidad San Francisco de Quito, que coordina la estación, hice una visita a Tiputini. Fue una de las experiencias más fuertes que ya tuve en la Amazonia. En el local existen torres de observación de 50 metros de altura que nos llevan a una posición arriba del dosel. Desde allí se tiene la impresión de estar contemplando una selva infinita.
En la ocasión de mi visita, Diego ya estaba trabajando en Tiputini y nos contó sobre su trabajo con las cámaras trampa, que monitoreaban la increíble fauna que vive en Yasuní. Siguiendo sus pasos en Facebook, noté que publicaba fotos de una perspectiva diferente y descubrí que ha estado usando un drone para observar la diversidad amazónica en una escala aún mayor.
“La selva amazónica es muy diversificada en la composición de plantas, e imágenes aéreas pueden `mapear` el bosque en gran detalles para localizar determinados hábitats de interés”, explica.
Pedí al biólogo que enviara a InfoAmazonia una selección de las fotos que ya registró con su drone. Además, en esta pequeña entrevista, el investigador nos cuenta cuáles son sus expectativas sobre cómo el equipo puede ayudar en la conservación.
¿Cómo llegó a trabajar en la estación de Tiputini? ¿Qué investiga?
Estudié Ecología en la universidad y trabajé en varios proyectos en la Amazonía cuando me gradué. Desde el 2005 tuve la oportunidad de trabajar en Tiputini, ya que los directores fueron mis profesores. Dirijo un proyecto cuyo objetivo es documentar la diversidad de mamíferos y aves terrestres a través de cámaras trampa, con la idea de establecer patrones de diversidad, movimiento y uso de recursos y ver cómo estos patrones cambian a través del tiempo.
¿Cómo comenzó a utilizar drones?
Empecé a utilizar drones desde hace casi 4 meses. Los drones son muy populares en estos días y su uso tiene gran potencial para muchas actividades. Se han utilizado alrededor del mundo para el monitoreo de deforestación o la cacería y pesca ilegal, entre muchos usos. Hace poco tuve la oportunidad de adquirir un drone y estoy interesado particularmente en su utilización para el monitoreo de vida silvestre y para el mapeo de ecosistemas terrestres y acuáticos.
¿Ya encontró el uso de este equipo para su investigación científica?
Tanto los drones como las cámaras trampa son herramientas de monitoreo. Nuestro proyecto consiste en poner cámaras trampa a nivel del suelo, por lo que en teoría, no hay una relación directa con el uso de drones. Sin embargo, queremos expandir nuestra investigación hacia lugares más remotos y para esto los drones son de gran utilidad. Podemos identificar potenciales lugares, evaluar su estado, accesibilidad e incluso su diversidad. La combinación de drones y cámaras trampa nos ayuda a tener una visión mucho más amplia del bosque y su dinámica.
Los bosques de la Amazonia son extremadamente densos y muy difíciles de acceder, a diferencia, por ejemplo, de la llanura africana. Con la ayuda de drones podemos investigar desde el aire y descubrir nuevos lugares potenciales para la colocación de nuestras cámaras. El bosque amazónico es muy diverso en cuanto a la composición vegetal, y con imágenes aéreas podemos “mapear” el bosque con gran detalle para ubicar determinados hábitats de interés. Al utilizar drones ahorramos mucho tiempo y esfuerzo y sobretodo causamos menos impacto, ya que al igual que las cámaras trampa, los drones son una técnica no invasiva. Al mismo tiempo, la utilización de drones en combinación con fotografía aérea nos provee de detalles del bosque que a veces no se logran obtener con imágenes satelitales debido a la presencia de nubes. Esto nos ayuda también para labores de vigilancia ambiental, como el monitoreo de la deforestación, el avance de la agricultura, la apertura de vías de acceso ilegales o la cacería furtiva. Con el rápido avance de la tecnología, debemos aprovechar las nuevas herramientas disponibles y enfocar nuestros esfuerzos en la conservación de este ecosistema único y altamente amenazado por actividades humanas extractivas.
Mapa del Parque Nacional de Yasuní