El proyecto Monitoring the Andean Amazon publicó un mapa que indica la pérdida de 56.300 hectáreas en los primeros cinco meses del 2019 (enero a mayo) al occidente y norte del Parque Nacional Chiribiquete.

 

A solo unas semanas de que el IDEAM haga pública la cifra de cuántas hectáreas de bosque fueron deforestadas en 2018 en el país, el proyecto Monitoring the Andean Amazon Project, de las ONG Amazon Conservation y Conservación publicaron un mapa de producción propia que muestra el aumento en el proceso de deforestación continúa en el noroeste de la Amazonía Colombiana.

En el 2018, esta zona experimentó la pérdida de 199 mil hectáreas de bosque,* resultando ser el hotspot de deforestación más concentrado de toda la Amazonía occidental. En el presente reporte, proveemos una actualización en tiempo real del 2019, con base en las alertas tempranas GLAD.

Las alertas GLAD, basadas en imágenes Landsat de 30 m de resolución, son producidas por la Universidad de Maryland y presentadas por Global Forest Watch. Para generar el mapa de hotspots, realizamos una estimación de densidad kernel con los datos de las alertas GLAD (enero a mayo, 2019). Estas alertas indican la pérdida de 56.3 mil hectáreas en los primeros cinco meses del 2019 (enero a mayo) en laAmazonía Colombiana.

El mapa muestra que los hotspots de deforestación están concentrados en el noroeste de la Amazonía colombiana, alrededor de los Parques Nacionales Chiribiquete, Tinigua y Macarena, y la Reserva Nacional Nukak.

«A continuación, nos enfocamos en el Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete, mostrando imágenes satelitales y fotografías de un sobrevuelo (cortesía de Fundación Conservación y Desarrollo). Estimamos la deforestación de 2.2 mil hectáreas al interior del Parque desde su expansión en julio del 2018″, escriben las ONG en un boletín.

El principal motor (driver) de la deforestación en la región es la conversión a pastos para el acaparamiento de tierras y la ganadería.

Zona 1: Llanos del Yarí (Chiribiquete occidental).

Este mapa muestra la deforestación al interior de la sección oeste del Parque Nacional Chiribiquete (zona de la reciente ampliación) entre febrero del 2018 (panel izquierdo) y mayo del 2019 (panel derecho). Los cuadros blancos indican las áreas de las fotografías que se muestran abajo.

«Estimamos la deforestación de 555 hectáreas en esta sección del Parque desde julio del 2018, que es la fecha de expansión del Parque Nacional Chiribiquete en esta zona», se lee en el boletín.

“En esta zona, el proceso de colonización es acelerado, ocasionando una demanda creciente de recursos y nuevas tierras, que es incentivada por la reconfiguración de grupos armados organizados y por la ausencia de control estatal a escala local. Los pastizales constituyen la principal cobertura a la cual se transforma el bosque, destinados a la actividad ganadera o a la usurpación de tierras. Esta transformación se ve potenciada a través de la red vial terciaria de la zona, que permite el acceso a nuevas áreas de bosque y a las quemas como método de remoción rápida de la cobertura. El núcleo cuenta también con cultivos de uso ilícito», escribió el IDEAM en su anterior boletín sobre la zona de Llanos del Yarí.

Zona 2: Chiribiquete Norte

El mapa muestra la deforestación al interior de la sección norte del Parque Nacional Chiribiquete (zona de la reciente ampliación) entre febrero del 2018 (panel izquierdo) y abril del 2019 (panel derecho). Los cuadros blancos indican las áreas de las fotografías que se muestran abajo. «Estimamos la deforestación de 1.65 mil hectáreas en esta sección del Parque desde el julio del 2018, que es la fecha de expansión del Parque Nacional Chiribiquete en esta zona», escriben.

“Como es generalizado en la región amazónica, la principal actividad que dinamiza la transformación de los bosques en el núcleo es el establecimiento de pastizales, con fines de usurpación de tierras o para actividades ganaderas. Esta transformación es, generalmente, financiada por actores externos, cuya principal motivación es la expectativa de valorización de tierras y generación de rentas.

Los actores armados presentes en la zona promueven el desarrollo de actividades agrícolas de uso ilícito, así como la expansión de infraestructura vial informal, que afecta a los bosques al facilitar el acceso para su intervención», escribió el IDEAM en su anterior reporte.

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