Organizaciones indígenas de Loreto, Ucayali, Junín y Cuzco se reúnen en Cuninico, luego de dos años del derrame de petróleo, para intercambiar experiencias de vigilancia indígena.

Lima 14 de abril de 2016.- Dos años después de los derrames de petróleo que han venido afectando directamente a muchos pueblos indígenas en Loreto y Amazonas, líderes indígenas de las regiones de Loreto, Ucayali, selva central y Cuzco, se reunieron en Cuninico, ámbito en el cual hace dos años se produjo un derrame de petróleo por la ruptura del Oleoducto Norperuano; con la finalidad de evaluar los avances en la remediación de los daños, el papel que ha jugado el estado en todo el proceso y la efectividad de las respuestas de sus organizaciones a acontecimientos de este tipo.

Durante la visita a la zona del pasivo ambiental, las organizaciones participantes, observaron que pese a que la empresa afirma haber hecho la remediación de lo ocurrido, al día de hoy sigue habiendo petróleo en la quebrada Cuninico, a 3 metros de profundidad, bastando solo remover el agua para ver salir petróleo flotando en el agua.

IMG_3965Sobre el derrame en Cuninico, Ander Ordoñez, monitor ambiental de ACODECOSPAT, manifestó: “Ni la indemnización ni la compensación pueden valer todo lo que deja un derrame de petróleo, nos damos cuenta que las empresas y el Estado trabajan irresponsablemente y no cumplen con las normas peruanas, el oleoducto está bajo tierra y sumergido en el agua, contrario a lo que indican las normas que debe estar sobre tierra. En la limpieza de la quebrada han trabajado hasta menores de edad sin protección alguna, se sumergieron en el petróleo para retirarlo y para poder levantar el ducto para que este sea parchado, es preocupante que ni el Estado ni la empresa dan la importancia de lo ocurrido y al menos saber en qué situación está la salud de los hermanos que participaron en la limpieza”.

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En este encuentro, se construyó de manera conjunta el concepto de vigilancia indígena y se planteó la construcción de un sistema de vigilancia indígena amazónico, reconociendo los desafíos de la articulación de las diferentes experiencias de las organizaciones que promueven la vigilancia indígena, así como los aspectos relacionados a género, como el rol de la mujer en la vigilancia indígena.

Después del debate y el intercambio de experiencias, las organizaciones indígenas participantes definieron a “la vigilancia indígena como las acciones para el cuidado integral de las diferentes actividades que desarrollan las organizaciones indígenas, con el fin de preservar y proteger la vida y sus territorios”.

Como producto del intercambio, se identificaron seis puntos de agenda común que luego serán suscritas en una declaratoria entre las cuatro organizaciones. Estas son: 1.- Integralidad de la vigilancia indígena. 2.- Reconocimiento e institucionalización de la vigilancia como una herramienta para el cuidado y protección de la vida y territorio. 3.- Constitución de una sistema de vigilancia indígena amazónico. 4.- Reforzar y visibilizar la participación de la mujer en la vigilancia indígena. 5.- Trabajar para la construcción de herramientas que garanticen la sostenibilidad técnica y económica de la vigilancia indígena. 6.- Recuperación de la memoria del movimiento indígena para el fortalecimiento de la vigilancia indígena.

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Respecto a la importancia del intercambio, Alfredo Fuentes, del equipo técnico de COMARU, mencionó: “La importancia de este intercambio ha sido conocer que si bien cada organización indígena tiene sus particularidades y prioridades, también pueden contemplar lineamientos comunes en el tema de la vigilancia indígena”.

Cabe señalar que este encuentro, realizado el 05 y 06 de abril de 2016 en las Comunidades Nativas de San José de Saramuro y Cuninico, se enmarcan en la implementación del proyecto Fortaleciendo la Vigilancia Indígena ejecutado por Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), junto con la Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU), la Asociación Cocama de Desarrollo y Conservación San Pablo de Tipishca (ACODECOSPAT), la Central Asháninka del Río Ene (CARE), el Consejo Machiguenga del Río Urubamba (COMARU) y gracias al apoyo de la Unión Europea.

Agradecemos su difusión.

Nota del editor

En junio del año 2014 en el kilómetro 41+833 del tramo I del Oleoducto Norperuano, en la localidad de Cuninico, distrito de Urarinas, provincia y departamento de Loreto, se produjo la ruptura del oleoducto de Petro-Perú por falta de mantenimiento, vertiéndose una cantidad equivalente a 2.358 barriles de petróleo ó 99.036 galones, ocasionando daños a la flora, fauna y daño potencial a la vida y la salud humana, como lo menciona la OEFA en la Resolución Directoral N° 844-2015-OEFA/DFSAI.

Fuente: http://nubr.co/8VPFgh

Fotos: DAR

– Esta nota fue originalmente publicada en DAR y es republicada a través de un acuerdo para compartir contenido.

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