Un informe de la Fundación Empresarios por la Educación expuso las brechas educativas que afectan a campesinos, afros, indígenas y población con discapacidad en Colombia. Entre los últimos solo el 5,4 % terminaron la universidad.

 

“Debemos ser capaces de transformar esta sociedad todavía excluyente y desigual a punta de educación, que es lo único que permitirá que todos los niños de Colombia empiecen la carrera de la vida en la misma línea de partida”. Con esta frase de Camilo Celia comienza el informe Reflexiones sobre educación en Colombia 2010-2018, presentado a finales del año pasado por la Fundación Empresarios por la Educación (Fexe).

Uno de los propósitos del documento es analizar y poner en evidencia las profundas desigualdades que todavía persisten en el acceso y la calidad del sistema educativo en Colombia. Los investigadores hacen énfasis en las condiciones de tres grupos poblacionales específicos: campesinos, indígenas y afrodescendientes, y personas en situación de discapacidad.

Un informe de Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que la desigualdad en materia de educación es “una correa de transmisión intergeneracional de la desigualdad de capacidades y oportunidades y, al mismo tiempo, un mecanismo clave que perpetúa la baja productividad de los países”.

Los resultados del trabajo revelan, por ejemplo, que en 2016 el promedio de años de educación en una zona rural era de 5,5 años por estudiante, mientras en una zona urbana era de 9,6. “Un niño de la ciudad está recibiendo más de un 50 % adicional de educación que uno del campo”, señala el informe. Además, el 13,8 % de los niños campesinos entre 12 y 15 años no n a educación secundaria y el 11,5 % de las personas del campo mayores de 15 años no saben leer ni escribir. En las zonas urbanas este porcentaje es solo de 3,2.

La situación educativa de los indígenas y afrodescendientes es aún más crítica. Según el estudio, el 86 % de esta población en Colombia no tiene acceso a educación pertinente a su cultura, su contexto y su cosmovisión, y el 30 % de la población indígena no tiene ningún tipo de educación formal. Quizás estas cifras expliquen por qué el 32 % del total de los indígenas en nuestro país no saben leer ni escribir. Los jóvenes de las comunidades negras sufren también las desigualdades del sistema educativo. El “27 % de los afrocolombianos entre 15 y 16 años están por fuera de la educación media”.

Sin embargo, las cifras más sorprendentes de la investigación son tal vez las de las personas con discapacidad. El “41 % de los jóvenes entre los 5 y los 19 años con algún tipo de discapacidad no están escolarizados”, revela el estudio. Como si fuera poco, los investigadores encontraron que solo el 12 % de los adolescentes en situación de discapacidad asisten a la escuela y que nada más el 5,4 % de estas personas alcanzaron el nivel de educación superior. Es decir, aproximadamente solo 130.000 de los 2’600.000 personas con discapacidad que viven en Colombia han terminado la universidad (ver infografía).

“Nuestro sistema educativo es inequitativo y reproduce la inequidad. No se trata solamente de crear un mismo marco legal que unifique los derechos para toda la población sino de dar un trato diferenciado y preferente a los más vulnerables”, se lee en el informe. Una de las conclusiones principales de los investigadores es que estas poblaciones, tradicionalmente excluidas de los debates de la política pública, deben ser incluidas inmediatamente si se quiere romper el ciclo de la inequidad en el país.

“Se trata de construir una política pública que nos muestre el camino para comenzar a cerrar brechas entre la educación pública y privada y dentro de la pública, entre la urbana y la rural, que comprenda que los bajos resultados de aprendizaje exigen una mirada crítica”.

La invitación, al final, es construir un país en el que ser indígena o afro, tener una condición de discapacidad o estar en condición de pobreza no sea un factor que limite las opciones de vida. “Necesitamos un sistema educativo que se adapte a los requerimientos de las poblaciones y de los territorios y no que busque que estos se adapten a él”.

Foto: 27% de los afrocolombianos entre 15 y 16 años están por fuera de la educación media. / Nelson Sierra G, El Espectador

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