Un nuevo reporte presentado en la Cumbre del Clima 24 advirtió que así Colombia (junto con otros cinco países con selvas tropicales) reduzca sus emisiones de carbono, es probable que la pérdida de bosque sea mayor en los próximos años.

 

Más de 28.000 personas están reunidas en Katowice, Polonia. Están allí ingeniándose cómo implementar en sus países, un total de 197 Estados adscritos, el Acuerdo de París. Tienen el objetivo de encontrar una fórmula para reducir las emisiones de carbono y frenar el calentamiento global. En el marco de ese evento, un grupo de organizaciones internacionales presentó este miércoles un nuevo estudio que preocupa a los asistentes. En él se advierte que la deforestación continuaría incluso si se cumplieran con los compromisos de este acuerdo mundial. (Lea: La ONU alerta las consecuencias del cambio climático) 

El reporte, llamado «Aproximándonos al punto de no retorno», es un análisis de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés). Es decir, el papel de los bosques dentro de lo pactado hace dos años por cada uno de los Estados miembro. Aunque este trabajo solo se concentra en seis importantes países con selvas tropicales. Entre ellos, Colombia.

Las selvas tropicales de esos países son las que preocupan a los científicos internacionales. El asunto, sostienen, «es que ninguno de los compromisos del Acuerdo de París está en consonancia con los actuales objetivos internacionales de detener la deforestación al menos para 2030». Lo que quiere decir que, incluso cumpliendo con los objetivos climáticos, la pérdida de bosque natural continuará en aumento.

La razón es que la lucha contra la deforestación y las contribuciones prometidas por Brasil, Indonesia, Perú, Colombia, República Democrática del Congo y Myanmar van por caminos distintos. Esto a pesar de que «la protección de los bosques tropicales es esencial para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París», asegura Torbjørn Gjefsen, asesor de política climática de una de las organizaciones firmantes. Cumplir con disminuir las emisiones de contaminantes sin prestar cuidado a la tala y destrucción de estos ecosistemas es como si lo que hicieran con la mano, lo borraran con el pie.

Esta discusión surgió después de revisar las NDC de cada país. Para el caso de Colombia, por ejemplo, se tiene un objetivo claro sobre toda la economía: reducir a un 20% la base de emisiones para 2030. No obstante, en esa tarea no está descrito un objetivo específico para el sector forestal, ni para lo que los expertos llaman LULUCF, que significa el uso de la tierra, el cambio de esa vocación y la silvicultura.

Esas condiciones, sin lugar a dudas, deja mucho que desear. Porque, sustenta Milena Bernal, coordinadora de cambio climático de la Asociación Ambiente y Sociedad, «los bosques sólo reciben el tres por ciento de la financiación disponible para la mitigación del cambio climático» aunque ellos sean un actor vital en la absorción de dióxido de carbono para la atmósfera.

Foto: Rodrigo Botero

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