Un nuevo derrame de petróleo aumentó los temores de que se agrave la contaminación del agua y de los peces de los que dependen los pueblos indígenas y las comunidades ribereñas.
El derrame es el tercero de importancia desde Enero en este oleoducto de más de 40 años de antigüedad, que ha sufrido más de 20 incidentes en los últimos cinco años, según cifras del gobierno peruano.
Pobladores de la zona informaron haber visto manchas de aceite el 24 de junio, pero como ha sucedido en otros derrames recientes, la tubería puede haber tenido una fuga desde días antes.
Según Jorge René Chávez, alcalde provincial de Datem del Marañón, el derrame originó de una filtración de petróleo del ducto que estaba enterrada a una profundidad de unos dos metros. El petróleo había avanzado unos 500 metros por la quebrada Caraña Caño, manchando un ancho de dos a tres metros, según el alcalde, quien inspeccionó la zona con personal de defensa civil y salud el 25 de junio.
Sin embargo, la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo informó que el petróleo había alcanzado el río Marañón, donde los residentes locales lo notaron y reportaron.
La compañía estatal de petróleo, Petroperú, que opera el gasoducto y el Organismo de Evaluación Ambiental, OEFA, informaron el 25 de junio que tienen equipos en el lugar del derrame investigando la causa y evaluando los daños. Los voceros de ambas instituciones dijeron que aún no tenían detalles de la magnitud del derrame, que al parecer afectó a las comunidades ribereñas de Barranca, Bagazán y Angamos.
El incidente es el tercero, después de dos derrames sucedidos a principios de este año, cerca de Chiriaco, en la región de Amazonas, al norte de Perú, y en Mayuriaga, una comunidad Wampís cerca del río Morona. Petroperú estima que cada uno de esos derrames involucró la fuga de alrededor 1.000 barriles de petróleo.
En esos casos, las mareas negras flotaron por los ríos Morona y Chiriaco hacia el río Marañón, uno de los dos principales afluentes del Amazonas en Perú, afectando el suministro de agua y de peces de al menos 30 comunidades. Otros dos derrames en el 2014 de la misma tubería también contaminaron el agua y la tierra en las comunidades kukama de Cuninico y San Pedro, en la cuenca baja del Marañón.
En febrero, OEFA ordenó a Petroperú suspender las operaciones y reparar o reemplazar tramos deteriorados de la tubería. Petroperú no cumplió el plazo para la presentación de su plan de reparación a la OEFA, y la institución inició un procedimiento para sancionar a la empresa.
Las autoridades de Petroperu dijeron que estaban en proceso de inspección y reparación de la tubería. Una de esas reparaciones provocó un pequeño derrame cerca a Jaén, al este de Chiriaco. En un comunicado de prensa emitido este 25 de junio, Petroperú negó que se hubiera reanudado el bombeo, pero no explicó cómo podía haber ocurrido el derrame más reciente si la tubería no estaba funcionando.
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