Pueblos, cuyas culturas y lenguas fueron marginados y desplazados por el Estado-nación, se han apropiado de medios digitales para reafirmar su presencia cultural y lingüística en el ciberespacio.
El vertiginoso desarrollo de los medios digitales, iniciado en las postrimerías del siglo XX, ha tenido un insospechado efecto en el siglo XXI: naciones cuyas culturas y lenguas fueron minorizadas y desplazadas por los estados nacionales se han apropiado, lentamente, de estos medios para afirmar su presencia y palabra en el ciberespacio.
En América Latina, las tendencias más notables de activismo digital han sido protagonizadas principalmente por sectores mestizos hispanoparlantes. Sin embargo, de forma lenta y paralela, también se han venido desarrollando experiencias de apropiación digital por parte de comunidades y sujetos pertenecientes a los pueblos originarios. Desde la traducción y localización de software y de redes sociales, pasando por la documentación de prácticas, historias y artes propias, hasta el diseño de aplicaciones para el aprendizaje de idiomas nativos, las innovaciones indígenas digitales se despliegan dentro de un rango de actividades que no siempre son fácilmente reconocibles como “activismo”.
Sin embargo, hay que entender estas iniciativas en un contexto regional en el que, a pesar de las reformas constitucionales implementadas para reconocer y garantizar los derechos de los pueblos originarios de Latinoamérica en las últimas dos décadas, los gobiernos y la sociedad siguen sin implementar por lo menos dos de sus principales ofrecimientos: la promoción de la enseñanza de lenguas originarias y la creación de medios indígenas de comunicación para fortalecerlas.
Ante el incumplimiento de estos compromisos estatales, individuos, grupos y comunidades inventan maneras diversas de poner al día sus idiomas, aprovechando el abaratamiento de la tecnología y las herramientas digitales, y el apoyo de activistas digitales del software libre. Desde este “activismo cultural”, promotores y colectivos de los pueblos originarios crean estaciones de radio y televisión digitales en línea; recuperan, digitalizan y re-distribuyen viejas grabaciones de audio y video; construyen redes comunitarias de telefonía celular; producen cápsulas de video para revitalizar lenguas casi extintas; publican blogs y memes bilingües (en sus lenguas y en castellano); aprenden a entretejer distintas plataformas y redes sociales; filman participativamente y colectivamente dan origen a nuevas narrativas visuales; reportan sus luchas y las conectan a otras luchas indígenas a través de portales de noticias, de Twitter y de YouTube; y “cuelgan” sus voces de la “nube de sonido” (Soundcloud) para contar chistes, cantar a la selva y opinar sobre el futuro.
A partir de 2013, la organización internacional Global Voices dio inicio a una fuerte colaboración y enlace con organizaciones y activistas involucrados con iniciativas de innovación digital en torno a las lenguas americanas. Con el apoyo financiero de Hivos y otras instituciones aliadas, se llevaron a cabo Encuentros de Activismo Digital de Lenguas Indígenas. El primero se llevó a cabo en Oaxaca, México, en octubre de 2014, y a éste siguieron dos encuentros más, en Bogotá, Colombia, en junio de 2015, y en Cusco, Perú, en diciembre de 2015. Con el impulso que se obtuvo a través de la vinculación y el reconocimiento mutuo entre las y los distintos participantes se ha iniciado la formación de una Red de Activismo Digital de Lenguas Indígenas.
Dentro de esta misma línea, el pasado mes de octubre de 2015, con el apoyo de la Fundación Ford, se comenzó a conformar un equipo de investigadores indígenas quienes tendrán a su cargo la realización de un estudio basado en 15 casos en los que las tecnologías y medios digitales han sido empleados para documentar, transmitir y fortalecer las lenguas indígenas del continente.
El equipo está conformado por un investigador principal, Genner Llanes-Ortiz (maya yucateco), un investigador asociado, Pedro Cardona (zapoteco), y cuatro investigadores de base, Rubén Hilari (aymara), Liseth Atamain (awajún), Duvan Almendra (misak) y Yásnaya Aguilar (mixe). Las y los integrantes de este equipo desarrollan iniciativas propias y son también innovadores digitales en sus propios idiomas. Su experiencia y empatía serán cruciales para entender los proyectos del estudio desde el punto de vista de sus actores.
- – ¿Qué motiva a grupos y personas indígenas a iniciar un proceso de recuperación, fortalecimiento y promoción de sus lenguas por medios digitales?
- – ¿Cuáles son los objetivos y metas que se plantean?
- – ¿Qué dificultades les plantea el entorno social y político?
- – ¿Cómo resuelven los desafíos de infraestructura digital para la comunicación?
- – ¿Qué estrategias comunicativas prefieren?
- – ¿Qué alianzas construyen?
- – ¿Cómo se allegan capacitación externa o cómo se capacitan a sí mismos?
- – ¿Qué recepción ha tenido su trabajo en su propia comunidad lingüística, en la sociedad nacional y en las redes cibernéticas globales?
- – ¿Qué se proponen a futuro, y qué recursos podrían facilitar o aumentar el impacto de su trabajo?
Estas son algunas de las preguntas que guiarán el estudio sobre estas iniciativas digitales indígenas. La investigación se propone establecer relaciones de colaboración con activistas y organizadores, de forma que sus resultados sirvan para fortalecer estas iniciativas. Los resultados y avances de la sistematización de innovaciones digitales en lenguas indígenas se irán haciendo públicos a través de la página activismolenguas.org, donde también se crearán foros en línea para recibir retroalimentación y responder a nuevas preguntas.
A la integración inicial del equipo ha seguido una etapa de discusión sobre los conceptos básicos y la construcción colectiva de definiciones operativas para la investigación. Dado que el campo y la escala del estudio nunca han sido abordados de la forma en que ahora se plantea, es de esperar que las indagaciones de este grupo de activistas, promotores y académicos indígenas nos aporten nuevas luces para entender los retos y las oportunidades que la llamada “era digital” proponen a los pueblos originarios del continente. El activismo digital de lenguas indígenas sigue múltiples senderos de los cuáles apenas se tocará una parte mínima en este estudio, pero esperamos que la información y el análisis que de este esfuerzo resulte abra el camino para nuevas y más ricas indagaciones.
– Esta nota fue originalmente publicada en Rising Voices y es republicada a través de un acuerdo para compartir contenido.