En un video en idioma kichwa, se muestra la importancia del agua para el pueblo de Sarayaku. Éste se suma a una larga y bien documentada lucha contra la extracción del petróleo, gas y minerales en su territorio.
El éxito del documental inspiró a una nueva generación de cineastas indígenas a producir sus propias películas. El cineasta Eriberto Gualinga es uno de los líderes en esta área, y ha subido una serie de videos cortos a su canal de YouTube. Además del vídeo, la comunidad ha creado un sitio web y se mantiene muy activa en los medios sociales como Twitter (@Sarayaku_Libre) y Facebook, lo que les permite mantenerse en contacto con sus simpatizantes y reportar directamente sobre cualquier novedad.
Aunque la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se pronunció en 2012 en favor de la comunidad Sarayaku, declarando que el gobierno ecuatoriano debe consultar con las comunidades afectadas antes de firmar contratos de exploración o perforación, el pueblo de Sarayaku todavía se enfrenta a presiones.
Como una manera de continuar explorando los diversos usos de las herramientas de video participativo, la comunidad de Sarayaku se asoció con el blog colectivo El Churo para formar a los jóvenes de la comunidad así como de otras comunidades indígenas vecinas para que aprendan a crear vídeos digitales que capturen sus realidades y reafirmen su compromiso con la preservación de su entorno natural. El proyecto ganó una beca de Rising Voices en el año 2014 como parte de la iniciativa Rising Voices Amazonia.
En este primer vídeo del proyecto, el narrador habla en el idioma kichwa indicando la importancia del agua para el pueblo de Sarayaku. Mediante el uso de la plataforma de subtitulado Amara, el vídeo ya está disponible con subtítulos en inglés y abierto para que otros puedan añadir subtítulos en otros idiomas.
Estos vídeos se estrenaron en varios eventos en Quito y Sarayaku, seguido de discusiones y debates sobre los temas planteados. Estaremos presentando otros vídeos del proyecto a lo largo de las próximas semanas.
– Esta nota fue originalmente publicada en Global Voices y es republicada a través de un acuerdo para compartir contenido.